viernes, 17 de febrero de 2012

La educación bajo Modelo Educativo Integrador, propuesta efectiva que responde Qué, Cómo y Para Qué enseñamos

  El Sr. Presidente define con claridad el hecho de que estamos yendo hacia un modelo educativo que va dirigido hacia la sociedad del conocimiento en el siglo XXI. Esta expresión que de por sí es fuerte y apasionante para los que queremos el progreso de nuestro país lleva consigo una serie de desafíos, ya que esta mudanza implica y demanda muchos esfuerzos y consensos entre los diferentes actores del proceso educativo de nuestra sociedad.
  El fenómeno educativo tiene lugar no solamente en el aula, es algo mucho más envolvente ya que la “función educativa” es tarea de todo el cuerpo social de un país y no solamente del sector educativo. Por tal razón, nunca como ahora tuvieron más vigencia las preguntas qué, cómo y para qué. De la respuesta que demos, como sociedad democrática que mira al futuro, a estas preguntas (y quizás otras preguntas que surjan más adelante) dependerán los resultados de las reformas que se lleguen a introducir para forjar nuestro destino.
  En este sentido, deseo compartir un modelo de trabajo educativo iniciado hace unos cinco años y que ya empezó a dar frutos. Me refiero al Modelo Educativo Integrador propuesto por la organización CORD (de EUA) y que generó que el Consejo de Directores de la Empresa Implementos y Maquinarias (IMCA), S.A. convocara a un grupo de empresarios con inquietudes similares y con visión de futuro y formalizara la INICIATIVA EMPRESARIAL PARA LA EDUCACIÓN TÉCNICA (IEET) a principios del año 2007.
  El modelo en cuestión, que tiene por objetivo responder a las preguntas hechas por el Sr. Presidente, se basa en tres pilares fundamentales, a saber: a) un pilar pedagógico que consiste en la contextualización profunda de la enseñanza; b) un pilar curricular que consiste en aplicar métodos multisectoriales diferentes para definir los contenidos curriculares; y c) un pilar funcional, que consiste en generar los mecanismos adecuados para que el pilar pedagógico y el curricular se desarrollen en plenitud. Como respuesta a esta demanda por mecanismos adecuados de funcionamiento, se generó la creación de la IEET.
  Es mi opinión que toda reforma educativa que no contemple estos tres pilares en forma conjunta tiene menores probabilidades de éxito. Y me permito abundar en los porqués de esta opinión a la luz de algunos resultados obtenidos.
  Desde el punto de vista pedagógico, no es ninguna novedad que hoy vivimos en un mundo diferente que genera “un alumno diferente, el cual a su vez necesita un docente diferente”, y que hay evidencia que permite afirmar que un buen libro en una escuela con todas las condiciones favorables, puede tener alta probabilidad de fracasar si el docente no está bien “sintonizado” con los nuevos contextos del mundo de hoy. Esto lleva directamente a una revalorización de la profesión docente, con todo lo que ello pueda implicar. Es aquí donde la capacitación profesional intensiva y extensiva forma parte de la preparación de ese “nuevo” docente.
  Aquí me permito hacer una importante aclaración acerca de nuestra propuesta de capacitación. Cuando hablamos de capacitación profesional docente nos estamos refiriendo a una forma diferente de capacitación centrada en metodología. En primer lugar, proponemos una capacitación para ayudar a los docentes a “llegar mejor a los estudiantes”, es decir, a ser mejores comunicadores ya que educación es básicamente establecer puentes de comunicación entre profesor y estudiante con el objetivo de eliminar barreras, como lo manifestó el Dr. Paulo Freire hace un par de décadas. En segundo lugar, se trabaja con los profesores para ayudar a la motivación de los estudiantes, ya que un alumno más motivado aprende más y mejor. Para asegurar la comunicación y mejorar la motivación, se propone la contextualización de la enseñanza, partiendo de la base de que un profesor contextual, para enseñar mejor al “alumno diferente” del mundo de hoy, debe romper varios paradigmas, desaprender muchas cosas y desanclarse de la forma que se suponía era la mejor para aprender y enseñar. Y este proceso es muy difícil, por eso nuestro trabajo con los profesores es a largo plazo y enfatiza el espíritu pionero en los profesores, orientando la docencia para atender las inteligencias múltiples (Dr. Gardner) y los estilos de aprendizaje (Dr. Kolb) de los estudiantes.
Me permito definir brevemente nuestra propuesta de contextualización que llamamos REACT. Este acrónimo proviene de las palabras Relación, Experimentación, Aplicación, Cooperación y Transferencia.
  La palabra Relación sugiere que los profesores enmarquen los contenidos a abordar dentro de problemas del mundo real, y por lo tanto, “conocidos” por los estudiantes. Es decir, se propone resolver problemas que se relacionan con el mundo de los estudiantes, no con el microcosmos de los profesores.
  La palabra Experimentación hace referencia a que los estudiantes recolectarán sus propios datos para resolver el problema propuesto. De esta manera los estudiantes aprenden descubriendo los fenómenos, visualizando maneras de resolverlo, y principalmente son ellos, los estudiantes, los propietarios de lo que aprenden.
  La palabra Aplicación significa que los estudiantes aprenden principios científicos cuando ponen los mismos en acción, lo que les motiva más, ya que se trata de algo que el estudiante aprendió confirmándolo.
  La Cooperación es una de las principales maneras de trabajo en el mundo de hoy. Sea en el ámbito familiar, comunitario, social, o empresarial, el “trabajo en equipo” en el “mundo plano” (Thomas L. Friedman) que nos toca vivir será clave, ya que en este mundo plano no hay mucho lugar para individualismos y egoísmos, si el objetivo es resolver problemas.
  Y como una de los objetivos de todo proceso educativo es poder transformar un conocimiento inerte en un conocimiento activo para la sociedad, la Transferencia procura enseñar a los estudiantes como transferir lo aprendido para resolver problemas en contextos diferentes en el cual se aprendió.
  Desde el punto de vista curricular, frente a los cambios habidos en el mundo no quedan dudas de que hay una necesidad imperiosa de implementar maneras diferentes de definir las mallas curriculares. El tipo de diseño curricular aplicado parte del supuesto de incorporar a los sectores interesados en la educación de nuestros jóvenes, para que juntos, lleven a cabo un proceso de enriquecimiento de contenidos curriculares integrando habilidades, actitudes y valores. En la sociedad del conocimiento, el conocer un contenido curricular exclusivamente ya no es suficiente, un paradigma nuevo en educación es que además de conocer un principio científico, es necesario saber cómo decidir en consecuencia y qué acciones adoptar en contextos de la vida real (profesional, empresarial, familiar y social).
  Desde el punto de vista funcional, la INICIATIVA EMPRESARIAL PARA LA EDUCACIÓN TÉCNICA (IEET), a través de comités específicos, generó las condiciones para que los dos pilares antes mencionados “funcionen” fluidamente. Es importante recordar que este aspecto tiene que ver con liderazgo escolar y empresarial, con comunicación empresa-escuela, formas de participación empresarial activa (financiera, curricular y pedagógica), instalación en el IPL de laboratorios didácticos e industriales para apuntalar la visión nueva de la escuela como propulsor del progreso de la sociedad, etc.
  La implementación de los trabajos tanto en el área curricular, como metodológica y funcional se hizo en forma progresiva, por ello se comenzó con materias de primer año, luego de segundo y así sucesivamente.
  Se incorporaron materias como Desarrollo Personal para el Éxito en la Carrera, Herramientas de Internet y Computación en áreas técnicas de Ingeniería a partir de primer año. Estas materias requerían más uso de computadoras con conexión a internet, a lo que el IPL respondió adaptando su sistema de informática.
  En segundo año, se incorporó la materia llamada Principios de Tecnología, que requirió la construcción/adaptación de aulas para ese fin y la instalación de equipamiento didáctico/industrial para que los estudiantes tengan actividades dentro del contexto del tipo de equipamiento que en su futuro deberán utilizar. Estas inversiones fueron hechas por la INICIATIVA EMPRESARIAL PARA LA EDUCACIÓN TÉCNICA (IEET). Esta materia, desarrollada alrededor de principios integradores de la física e implementada en base a observaciones de la conducta de esos principios en forma concomitante en cuatro sistemas de energía, fue un éxito total por sus aspectos motivacionales, lo que a su vez ayudó a mejorar el aprendizaje de los estudiantes.
  A partir de tercer año, se incorporó la materia llamada Naturaleza de las Cosas, que también requirió la construcción/adaptación de aulas para ese fin y la instalación de equipamiento didáctico/industrial para que los estudiantes tengan actividades dentro del contexto del tipo de equipamiento que en su futuro deberán utilizar. Estas inversiones fueron hechas por la IEET. Esta materia es una conjunción de ciencia y tecnología de los materiales que todo técnico usa, desde un ángulo industrial o de manufactura y también fue un éxito total por sus aspectos motivacionales, ayudando a mejorar el aprendizaje de los estudiantes.
  El cuarto de bachillerato es continuación y profundización temática para fijar una amplia base conceptual en los estudiantes que se graduarán al final del cuarto año. La IEET emprendió a su vez un desafío adicional, agregar al término de los cuatro años un programa para los egresados de la especialidad de Mecánica Diesel. Este ofrece un currículo desarrollado por Caterpillar para ser impartido mundialmente bajo los mayores estándares de calidad metodológica y con los mejores equipos y herramientas. El programa es denominado ABC por sus siglas en Inglés de “Accelerated Basic Courses”, se basa en la ejecución de tareas específicas requeridas a los niveles básicos de la carrera de Técnico de Servicio y es impartido a lo largo de 360 horas de capacitación. Para la IEET, el fortalecimiento de las escuelas técnicas y el aseguramiento de que cada especialidad de formación vocacional incorpora metodología, currículo y materiales – equipos – herramientas de vanguardia, representan un modelo orientado a incidir en la competitividad del país.
La conjunción de efectos del pilar pedagógico (contextualización y largo plazo), del pilar curricular (plan de estudios enriquecido) y del pilar funcional (impulsor del movimiento) está dando buenos frutos:

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